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domingo, 9 de mayo de 2010

Historia atlética: curiosidades del maratón olímpico de 1912


Transcribimos artículo del excelente blog Atletismo e historia denominado "El Maratón olímpico de 1912: un caído y un desaparecido".

Todo el mundo sabe que la carrera de maratón debe su nombre a la mítica gesta del soldado Filípides. Según Herodoto habría recorrido corriendo la distancia entre el campo de batalla, en el que las tropas de Atenas y Platea al mando de Milciades habían derrotado a los persas, y la ciudad de Atenas. Víctima del agotamiento (y de un entrenamiento deficiente según Parienté), Filípides murió tras comunicar la victoria a sus compatriotas.

La carrera fue incluida por iniciativa de Coubertin en los primeros Juegos Olímpicos por sugerencia de su amigo el filólogo Michel Bréal que, además de ser el creador del concepto de semántica, sería también el autor de la famosa divisa "citius, altius, fortius". Pese al sensacionalismo y el morbo con que la prensa griega acogió la prueba, es bien sabido que no hubo más drama que algunos desfallecimientos. En los Juegos siguientes hubo sonados desfallecimientos (el más famoso el de Dorando Pietri en Londres-1908) pero la racha se truncó en Estocolmo-1912.

Francisco Lázaro, primer atleta olímpico muerto en carrera.


Entre los países que hicieron su debut olímpico en 1912 estuvieron Japón y Portugal. El portaestandarte de los lusos en el desfile inaugural fue el lisboeta de 21 años Francisco Lázaro, que había ganado el maratón de su ciudad en 1910 y tenía una marca de 2h52:08. La salida del olímpico se dió poco antes del mediodía con una temperatura de más de 30 grados. El fondista portugués, que trabajaba como carpintero en un taller de carrocerías de automóvil en el Barrio Alto lisboeta, corrió los primeros kilómetros en cabeza antes de ir retrasándose. En torno al km 29, en la colina de Öfver-Järva, el pequeño luso se desplomó y se levantó un par de veces antes de perder el conocimiento. Evacuado al hospital, ingresó con más de 41º de fiebre y falleció sobre las 6 de madrugada.


Su muerte causó una gran conmoción entre los atletas y la opinión pública sueca. El fin de semana siguiente se celebró un funeral en el Estadio olímpico al que acudieron más de 23.000 personas. Se recaudaron casi 4.000$ para la mujer de Lázaro cuyo entierro en Lisboa fue acompañado por millares de personas. Los suecos levantaron una estela en su honor.

Armando Cortesâo, uno de los atletas portugueses que estuvo en Estocolmo (posteriormente un famoso erudito director de la monumental "Portugaliae Monumenta Cartographica") explicó las posibles causas de su muerte: "Lázaro murió por dos razones: en primer lugar, porque se untó con grasa. Fernando Correia y yo lo encontramos embadurnándose poco antes de la salida. Fernando Correia intentó que se duchase pero no había tiempo. Y allí estaba corriendo el maratón untado con sebo, con los poros de la piel cubierta, lo que impidió que transpirase... Y otra cosa, sólo él y un japonés acudieron a la salida con la cabeza descubierta..." (Correia, Romeu (1988) Portugueses na V Olimpíada). La muerte se habría producido por deshidratación a causa de un hábito -el de untarse el cuerpo para estimular la musculatura- muy habitual en esa época. Gustavo Pires (Francisco Lázaro, A Emborcação no Treino) añade por los datos de la autopsia y el testimonio del médico portugués que seguramente el malogrado Lázaro también habría recurrido a la estricnina y otros estimulantes. El embadurnamiento con grasa y el recurso a estimulantes (cocaina, cloroformo, estricnina y otras) procedían de las pruebas de fondo profesional y, muy especialmente de los ciclistas como puso de relieve Albert Londres años después en su famoso artículo "Les Forçats de la route". En cualquier caso Francisco Lázaro tiene el triste honor de iniciar la lista de los atletas muertos por intentar ir más allá de sus fuerzas.

Vergüenza y huída de Shizo Kanakuri.


Si la muerte de Lázaro causó conmoción, los organizadores tuvieron otro escalofrío cuando la delegación japonesa denunció la desaparición de su maratoniano Shizo Kanakuri. Pese a los esfuerzos puestos en su búsqueda, la delegación japonesa volvió a su país sin saber que había sido de él (¿o no dijo nada?). Luego llegó la guerra y nadie volvió a acordarse de él en Estocolmo hasta 1962 cuando un periodista sueco lo localizó en su ciudad natal de Tamana como un apacible profesor jubilado y publicó su peripecia. Sobre el km 30 el japonés se sintió mal y fue invitado a entrar en una casa cerca de Tureberg para descansar. Allí, tras beber unos zumos, se durmió. Cuando se despertó le dio vergüenza presentarse ante su delegación y parece ser que volvió a su país por sus medios (algo difícil de creer ya que era un viaje de 18 días atravesando Rusia). De hecho Kanakuri es considerado en su país el pionero del maratón (parece ser que ganó el primero celebrado en el país del sol naciente con una marca de 2:32:45, aunque sobre unos 40km) y siguió corriendo, representando de nuevo a su país en los JJ.OO. de 1920 (16º). En 1924 hizo su plusmarca (2:36:09) pero volvió a abandonar en París.


En 1967, ya con 76 años, fue invitado a Estocolmo por la TV sueca y acabó la carrera estableciendo así con 54 años 8 meses 6 días 8 horas 32 minutos y 20.3 segundos el mayor tiempo en recorrer un maratón. "Ha sido una carrera larga pero, entre tanto, he tenido una esposa, seis hijos y diez nietos, y eso lleva su tiempo" declaró entonces. Kanakuri falleció en 1984, a los 93 años de edad.

¡Ah! por cierto, el ganador de este accidentado maratón fue Kenneth McArthur, un policía sudafricano de 30 años nacido en el Ulster que completó el recorrido en 2:36:54.8."

fuente: Publicado por Paul Martin para Atletismo e Historia

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