Pagos al viernes 13 de marzo de 2009
Hoy viernes 13 de marzo de 2009, los interesados en participar del campeonato de la AAU deberían ya haber realizado el pago a nombre de "Agrupación de Atletas del Uruguay" en REDPAGOS a fin de puntuar en la primera fecha de 10k, a disputarse el próximo domingo 15 en San José.
Para ello, en caso de ser mayor de 17 años, debe haberse pagado:
- la totalidad del año al contado ($ 600), bonificándose 2 meses, o
- al menos las primeras tres primeras mensualidades ($ 180) de 12 (60 por mes para un total de 720 pesos).
Asimismo, hoy también vencía el plazo de inscripción para "Maroñas Running" (a ese nombre está registrada la competencia de 10k en REDPAGOS), con un costo de $ 300 -incluye remera-. Empero, la organización aclaró que, por demoras en el inicio de la infraestructura por REDPAGOS, el vencimiento se extendió hasta el martes 17 de marzo de 2009.
Hoy inició el plazo (hasta el 20 de marzo) para el retiro de los kits presentando el talón de REDPAGOS, en los siguientes lugares:
Como ya se ha señalado por parte de Coyotes, llaman la atención los costes de algunos organizadores. Si uno compara los 600 pesos por el campeonato AAU de 18 posibles carreras con resultados y una calidad que, más allá de aspectos puntuales, se ha ido mejorando año a año, parece curioso que se ofrezca una sola competencia por la mitad de ese dinero.
Cuando se señala que el pago incluye la remera, también cabría preguntarse el porqué de la obligatoriedad de su adquisición siendo que los atletas que seguimos muchas competencias, recibimos más de 30 por año, a prueba ya de todo armario.
Asimismo, muchos equipos que ya hemos tramitado vestimenta antes, sabemos que, en un pedido a gran escala, el costo-fábrica de una remera, aunque de buena calidad, ronda entre 80 y 90 pesos, como mucho 100 con texto impreso a una tinta.
Con relación a los chips, su alquiler, incluyendo porcentajes por una posible pérdida, sabemos que con 50 pesos quedan cubiertos por lo que, los restantes 150 pesos deben atribuirse a cubrir pagos por cierre de calles (¿atenciones a los inspectores para sus horas extras?), hidratación (muchas veces la dona una empresa) y algunos funcionarios para apoyar a la organización ya que en este caso la infraestructura general ya está casi dispuesta físicamente.
En suma, todos somos libres de ir o no ir, así como los organizadores de poner los costos que creen adecuados. Lo importante es, yendo o no, hacerles notar verbalmente o por escrito que por los mismos 300 pesos, se paga un equivalente a nueve competencias de la Agrupación de Atletas.
En las carreras masivas, es seguro que si uno, por motivos éticos, no va o no lo hacen 100 personas, hasta quizás ni se note. Quizás la novelería de un nuevo circuito en un ambiente tan extraño para los corredores de calle llame la atención igualmente para esta primera vez. Pero lo que no debe dejar de darse es la opinión fundada, tal como hacemos público. En definitiva, el éxito de la competencia redundará en una mayor exposición mediática en la cobertura televisiva y realce del nombre del organizador.
Resulta extraña la necesidad de costear íntegramente la carrera por parte de los atletas cuando simultáneamente ha aparecido un spot televisivo de la empresa al nivel meramente institucional (difusión del nombre y no de un producto, aunque asociado a los casinos) al estilo Broadway y de más de un minuto de duración, cuyo costo no ha de bajar de 40 mil dólares de producción más otros 70 como mínimo de pauta publicitaria en horario central.
En conclusión, es loable que surjan nuevos organizadores y sobre todo de la capacidad organizativa y económica de éste. Lo que es importante, dado que el perfil de los corredores es heterogéneo y en su composición hay un importante núcleo humilde socioeconómicamente, que este tipo de competencias se nutra también de los espíritus de responsabilidad social a los cuales también atienden estas compañías.
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