Maratón de Buenos Aires (11/oct/09): crónica medios III
La Maratón de Buenos Aires, todo un éxito
"A pesar del mal tiempo, más de 12.000 corredores le dieron vida a la 25º edición porteña de la carrera madre del atletismo, que en esta ocasión también fue Campeonato Sudamericano
Por Pablo Lisotto
Ni la lluvia ni el viento amedrentó a los más de 12.000 atletas que corrieron la 25º Maratón de Buenos Aires
- "¿Es para allá?", le grita José Said a su grupo de amigas, que desde las tribunas le acercan la pechera de la carrera, para que la demora del atleta platense no sea más prolongada.
El viaje desde la capital de Buenos Aires se demoró más de la cuenta, y al "Turco", su apodo, poco le importa que ya hayan pasado cuatro minutos de la largada de la 25º Maratón Internacional de Buenos Aires, que también fue Campeonato Sudamericano.
Sus objetivos van más allá del tiempo final. A él le basta y le sobra con llegar. Se conforma con completar los 21 kilómetros que le dan vida al medio maratón, prueba alternativa del evento principal de la jornada, que son los 42,125 kilómetros.
Después de muchos años de lucha e intentos fallidos por adelgazar, José logró rebajar 70 kilos, gracias a su constancia y a la ayuda profesional que encontró en la sede de La Plata de un famoso centro nutricional.
"José es un ejemplo de vida. Su fuerza de voluntad nos emociona a todos los que formamos parte del grupo de los ex gorditos. Porque así como nos ves, todas nosotras somos ex gorditas", relata una de las seis chicas que viajaron a alentar a sus compañeros.
Los objetivos del "Turco", que en la última caminata a Luján decidió correr los últimos 17 kilómetros, se suman a los de los más de 12.000 corredores que le hicieron frente a la lluvia, al viento y al cielo completamente gris. Cada uno de ellos se propuso una meta, que trasciende la línea de llegada.
Por eso, contagia también con su emoción un joven que llegó séptimo en los 21 kilómetros y se largó a llorar desconsoladamente, pleno de felicidad.
"¿Es para allá?", vuelve a preguntar José, que unos minutos después de haber largado debe regresar al grito de "Me falta el chip", mientras señala el horizonte. Aún le faltan 21 kilómetros por recorrer, pero la sonrisa tatuada en su rostro derrocha felicidad y optimismo. Y allá va.
fotos: Canchallena.com (La Nación)
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